domingo, 16 de diciembre de 2012

Miró hacia su derecha y allí estaba sentado junto a ella en el borde de la persona más importante que nunca había conocido dedicándole una más de aquellas preciosas sonrisas que, pasasara lo que pasara, siempre tenía para ella, fue entonces cuando se dio cuenta de que ya no necesitaba nada más que verle por las mañanas al despertar, escuchar su risa por cualquier broma, incluso esas pequeñas manía que nunca podría entender, en resumen él era todo lo que podría necesitar.

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